Soy un gran aficionada a las plantas y a todo lo que rodea al mundo vegetal. Por eso, y por mi pasión por la acuarela y el dibujo en directo, desde hace mucho tiempo me fascinan las ilustraciones botánicas de los libros antiguos.  Me maravilla el detalle con el que los dibujantes y estudiosos de la naturaleza plasmaban las distintas partes de las plantas, con trazo delicado y caligrafía exquisita. Gracias a su trabajo minucioso y experto, cuando aún no existía la fotografía, se pudo difundir el conocimiento de la botánica y las plantas medicinales.

Así que para mí fue una grata sorpresa que Sara y Miguel, ambos farmacéuticos, me pidieran que realizara una colección de dibujos de plantas medicinales para las mesas de su boda.

Decidí que junto al nombre común iba a poner el nombre científico (aunque en mis tiempos escolares aborrecí el latín, con los años le he visto la gracia y ahora me encantan los latinajos…)

El trabajo de selección no fue tan fácil como pensé en un primer momento, ya que las plantas debían ser, no solo más o menos conocidas, sino además vistosas desde el punto de vista del dibujo. Y además, eran muchas: 28 en total.

El resultado está plasmado en 28 dibujos originales de 15×15, que ahora forman parte de la colección de  arte de la nueva pareja.

 

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